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Forastera

Diana Gabaldon
Saga

Recién acabada la Segunda Guerra Mundial, una joven pareja se reúne por fin para pasar sus vacaciones en Escocia. Una tarde, cuando pasea sola por la pradera, Claire se acerca a un círculo de piedras antiquísimas y cae de pronto en un extraño trance. Al volver en sí se encuentra con un panorama desconcertante: el mundo moderno ha desaparecido, ahora la rodea la Escocia de 1743, con sus clanes beligerantes y supersticiosos, hombres y mujeres rudos, a veces violentos, pero con una capacidad de vivir y de amar como Claire jamás había experimentado en su anterior vida. Acosada por los recuerdos, Claire tendrá que elegir entre la seguridad del futuro que ha dejado atrás y la apasionante incertidumbre del pasado que ahora habita. En «Forastera», la primera parte de la saga de Claire Randall, Diana Gabaldon narra una historia de amor diferente, en la que los encuentros fortuitos y el juego equívoco del tiempo se conjugan en un intrigante final.

Orden de lectura:

1 – Forastera
2 – Atrapada en el tiempo
3 – Viajera
4 – Tambores de otoño
5 – La cruz ardiente
6 – Viento y ceniza
7 – Ecos del pasado
8 – Escrito con la sangre de mi corazón
9 – Cuenta a las abejas que me fui

Reflexiones de una mente difusa

¿No les pasa que temen al futuro? Así sin más.

Amanecemos con esa sensación de que hemos crecido, de que hay que comenzar a tomar decisiones que definirán el resto de nuestros años. Y nos cagamos de miedo, así, crudamente. Están los que toman ese futuro por las riendas, se aferran a sus objetivos y luchan con garras y dientes; y están los que se agazapan en una esquina, como esperando que las soluciones lleguen envueltas en papel de regalo, o quizás, solo tienen la fantasía de que el tiempo no pase, de quedarse estancados en ese momento, en esa edad.


Es tan difícil decidir. ¿Qué queremos ser? ¿Hacia dónde ir? ¿Con quién compartir el camino? ¿Cuándo aferrarse y cuándo dejar ir?


Ojalá la vida viniese con instrucciones, ojalá todos fuésemos de esos que saltan al vacío confiando en que podemos volar.



🥀Letter_hunter🥀

Lobos Por Anastacia López Navarro

Mientras terminaba de secar su cabello con la toalla, frente al espejo, miraba de cerca el hematoma debajo de su ojo derecho, muy cerca de aquella cicatriz que ahora quedaba oculta por la hinchazón que empezaba a formarse.
Movió el cuello, sintió un dolor agudo en el músculo trapecio y le fue casi imposible girar la cabeza totalmente hacia el lado izquierdo. Frunció el ceño y tomó aire apoyando las manos sobre la pared.
Aquel combate había sido diferente a los otros que había realizado durante todos sus años de práctica y entrenamiento, primero con su padre y luego cuando perdió el camino y aprendió técnicas letales orientadas a la aniquilación del contrincante.
Ragnar Lamech, era un entrenador de Artes Maciales, especializado en el combate cuerpo a cuerpo. Dominaba estilos como el Tae Kwon Do, Judo, Jui Jitsu Brasilero, “Grappling”, Lucha Grecorromana, Aikido y Krav Maga, este último era un sistema de defensa popularizado por los ejércitos israelíes para complementar las destrezas letales de sus soldados.
Ragnar era una máquina invencible, que dominaba un sin número de técnicas, pero además era muy versátil, sumaba a sus talentos otras artes como la danza, la gimnasia, tiro al blanco con arco y flecha y era amante de las armas de fuego, un campeón en la categoría de tiro deportivo.
Su padre Bhaltair Lamech había sido su primer Maestro, tenía una escuelita que funcionaba detrás de la tienda de antigüedades de la que fue dueño durante 40 años. Un lugar mágico donde aquel joven pasaba horas con su pequeño hermano Moritz y su mejor amigo, Niklas Söle, escuchando historias sobre antiguos guerreros samuráis, griegos, vikingos, espartanos y romanos, cuyos dogmas y valores fueron formando paralelamente a la educación de sus padres, una línea de pensamiento con ideas inquebrantables que regían sus conductas.
Su madre, Amelie, era una hermosa y destacada gimnasta y bailarina que le enseñó la gracia y la flexibilidad que el cuerpo podía alcanzar con otras disciplinas además de la marcial.
Amuletos, espadas, escudos, símbolos, pergaminos, documentos antiguos llenaban la tienda de su padre. Bhaltair los había recolectado durante sus múltiples viajes por oriente y occidente, donde aprendió los diferentes estilos de combate que luego enseñaría en su escuela y en los que sus dos hijos fueron formados, bajo la promesa de siempre estar al servicio de los más débiles.
Entregó a cada uno la mitad de un poderoso medallón de marfil y ébano que al juntarse formaban un yin yang blanco y negro. Éste tenía al fondo un lobo negro y uno blanco a cada lado, respectivamente y les recordó la importancia de saber a cuál de los dos alimentaban. Ese, era el secreto del equilibrio.
Al salir de la habitación, para dirigirse a la trastienda del antiguo negocio de su familia, Ragnar recordó aquel día, que tras la muerte de Moritz, en un combate donde no fueron respetadas las reglas de seguridad y los límites de contacto, su padre se había marchado sin decir una palabra y su madre había sido recluida en un hogar de cuidados para enfermos mentales, aunque ella sólo se había sumido en una infinita tristeza.
A pesar de todas las enseñanzas de su padre, basadas en principios y valores morales, Ragnar quebrantó todos sus paradigmas y fundó una escuela de peleadores en la que la piedad y el respeto por el contrincante no eran aspectos considerados dentro de sus leyes. Cruzó la delgada línea entre el bien y el mal.
Así, constituyó un equipo de guerreros que transitaban por las calles amedrentando a todo aquel que no les rindiera tributo. Los formó sobre la base de antivalores, constituyéndose en una especie de banda que asistía a los torneos locales y en las afueras de su ciudad promoviendo el caos y dejando a su paso desolación y dolor porque todo aquel que se enfrentaba a sus discípulos perdía un brazo, una pierna, un ojo o la vida.
Ragnar se había convertido en un líder negativo, ya no visitaba a su madre y clausuró la tienda cuando entendió que su padre no volvería. El dolor por la pérdida de su familia nubló su consciencia y confinó su corazón y su alma al olvido, para alejarse del recinto de sus más férreos y nobles principios.
Una mañana llegó a su escuela un desconocido, quien se hacía llamar Anam Çelik y al abrirle la puerta sintió entrar una energía tan fuerte que no atinó a pronunciar palabra. Aquel hombre le entregó un pequeño pergamino donde lo invitaba a un combate al día siguiente en la tarde, en el antiguo Dojo detrás de la tienda de antigüedades.
Absorto y confundido miró como aquel hombre enigmático se alejaba. Sin contarle a nadie se preparó para el combate como si una fuerza externa lo empujara, se puso su traje negro y sintió que le faltaba algo. Revisó y se topó con la mitad del medallón. Lo tomó apreándolo
Al llegar al lugar, se removieron en su mente innumerables recuerdos, la voz imponente de su padre, el olor a lavanda y flores de su madre, la risa de Moritz y Niklas. Creyó entrar en una especie de vórtice y tuvo sentimientos encontrados de tristeza y furia que canalizó para concentrarse en su objetivo.
Atravesó la tienda rápidamente y al llegar al umbral del salón vio el majestuoso Torii, aquel que solo debías cruzar dejando fuera todo lo mundano. Se quitó los zapatos y sin reverenciar el espacio entró. Miró hacia el lugar sagrado donde Anam vestido de blanco, se encontraba arrodillado en posición meditativa.
Levantando su voz, lo increpó diciendo, ― “ya estoy aquí y no tengo tiempo que perder, así que acabemos con esto de una buena vez, quien quiera que seas”― Cuando aquel hombre se incorporó lo miró con serenidad y le dijo: ― “vengo en nombre de mi Maestro a devolverte algo que te pertenece, pero antes deberás combatir contra mí”―
Ambos guerreros tomaron posición y mientras Anam hizo la venia para saludar a su Ragnar visiblemente contrariado, preparó de una vez la posición de combate. Con movimientos circulares iniciaron una especie de danza que los acercaba y alejaba buscando cada uno el momento adecuado.
Como era de esperarse Ragnar tomó la iniciativa y atacó arremetiendo con seguridad y violencia. Anam por su parte desvió limpiamente el golpe siendo la defensa su mejor contra ataque. Al ver que no podía tocarlo si quiera, Ragnar visiblemente molesto y desenfocado esperó el momento preciso para de manera inadecuada sujetar a su oponente por la ropa y derribarlo, ya que el piso era su territorio para vencer.
Ante tal ataque, el guerrero blanco pudo zafarse y limpiamente logró la sumisión de su contrariado oponente quien se golpeó la cara al caer y fue presa del pánico cuando sintió que no podía moverse porque se fracturaría su cuello y se estaba quedando sin oxígeno.
Finalmente, tocó el piso dando tres golpes que indicaban que se rendía ante aquella soberbia técnica de sumisión. Débil y adolorido sintió como un hilo de sangre corría por su rostro e intentó ponerse de pie sin éxito. Anam le ofreció su mano y al contacto Ragnar volvió a sentir aquella descarga de energía que lo había dejado sin palabras.
Cuando estaba más recuperado, Anam se acercó y le entregó algo envuelto en un paño blanco como la espuma. Se arrodilló frente a él y lo reverenció. Ragnar abrió con cuidado el paño y ahí estaba la otra mitad del medallón con el lobo blanco. Sus ojos se anegaron de inmediato ante el poderoso recuerdo que traía aquel objeto. Cuando levantó la mirada, ya Anam iba atravesando el umbral del Torii. Aturdido, aquel hombre vencido se puso de pie y preguntó: ― “¿Puedo saber el nombre de tu Maestro?” ―, el desconocido se detuvo, se volvió hacia él y con voz solemne dijo: Niklas Söle.








Eternas lunas, poema por Manuela Sánchez

Eternas lunas en el cielo, adornando la noche con su brillo, como diamantes en la oscuridad.

Cada noche asoman en lo alto, dándonos su luz imponente, brindándonos el refugio de su manto.

En su aspecto plateado de belleza sin igual, se elevan altivas e impertérritas, en su eterno movimiento sideral.

Sus ciclos infinitos en el firmamento, testigos mudos de la vida que corre, en este mundo de constante movimiento.

Eternas lunas de nuestras noches, acompañan nuestras luchas y batallas, brindándonos su luz como aliadas en la oscuridad.

Olvidar la funcionalidad de cada palabra y cada frase en relación con lo que deseamos comunicar

#SerUnEscritor


Un buen escritor, ya sea de libros o de guiones, juega con aquello de “nada de lo que sucede es casualidad”.

Las palabras deben ser algo más de lo que significan, tienen que esconder una intención, un mensaje, hacer que el relato avance.

Cuando escribas, evita irte por las ramas y construye el discurso en torno a lo que quieres transmitir.

Nunca pierdas de vista tu objetivo ni eclipses el contenido en pro de esa literatura tediosa

Harry Potter Por J. K. Rowling

📊 5⭐️
📚 Saga

Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería. A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos… aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un mago!

Orden de lectura:

1 – Harry Potter y la piedra filosofal
2 – Harry Potter y la cámara secreta
3 – Harry Potter y el prisionero de Azkaban
4 – Harry Potter y el cáliz de fuego
5 – Harry Potter y la Orden del Fénix
6 – Harry Potter y el misterio del príncipe
7 – Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Sé que es un poco raro, a estas alturas, andar recomendando Harry Potter. Todos conocen la historia, todos saben cómo termina todo, así que no es sorpresa para nadie.

Pero estos libros son muy especiales para mí porque son mi saga de fantasía favorita. Se podría decir que leí los libros hace poco, solo hace unos 3 años, tuve la suerte de que cuando los leí no había visto las películas así que los libros sí fueron un descubrimiento para mí. Y conocí lo que era la magia. Que es la principal razón del porqué es mi saga favorita. Cuando se leen libros de fantasía uno siempre es consciente de que por increíbles que son los mundos en los que te sumerges, son solo eso, ficción, y que al cerrar el libro esos mundos vuelven a sus páginas. Pero con Harry Potter fue todo tan intenso, creo que contribuyó mucho, el que yo leyera los libros en plena época de confinamiento, éramos solo yo y mis libros, completamente solos en casa. Así que para mí, la historia se salió de las páginas, y Hogwarts se convirtió en un lugar casi real. Cuando me senté a ver las películas fue volverme a enamorar de la historia, las maratoneé una detrás de otra y las vi todas en un solo día. Aún así debo decir que por mucho que me gusten, las películas le han hecho un daño enorme a la saga, porque ya nadie quiere leer los libros y prefieren ver su adaptación cinematográfica.

Así que soy una potterhead de la cabeza a los pies. No le veo defectos a estos libros y para mí son perfectos. También debo decir que el hecho de ser potterhead me ha hecho conocer a personas maravillosas que ven los libros de la manera en la que yo los veo. El fandom de Harry Potter es una de las cosas más bonitas que me ha regalado la literatura.

Sé que hoy, son libros bastante criticados y la verdad me duele muchísimo, pero de todas maneras no creo que el amor por Harry Potter se pierda, porque marcó a generaciones y ya forma parte de la cultura popular.

Dulce niña

Dulce niña de ayer. ¿Qué sucedió con las sonrisas relucientes? .

¿Dónde quedaron los gritos, la alegría, los brillos que adornaban tu Alma? .

Dulce niña del pasado. ¿Dónde está esa esencia, esa luz, ese amor? .


Triste niña de hoy. ¿Cómo llegaste hasta aquí? .

¿Cuánto vendaval se necesitó para apagar esa llama que ardía dentro de ti? .

¿Cuánto resistió hasta que se dio cuenta de que nadie vendría en su auxilio? .


Rota niña de hoy. ¿Sobrevive dentro de ti algún resquicio de ceniza que yo pueda encender?

Prisionera por Enner Ágreda



Y mi sonrisa se borró… paulatinamente.
Y mi cuerpo dejó de sentir… momentáneamente.
Y mi luz se tornó en oscuridad… imperceptiblemente.

Un solo atisbo al espejo basta para notar que la vida ha escapado de mi rostro. La juventud, esa amiga pasajera, deserta. Aquel exiguo de inocencia no existe más. Mis ojos se han ensombrecido por el dolor; el rencor y la desesperanza me devuelven la mirada, acusadores. Camino despacio, sin prisa, en este palacio de voces tempestuosas, hasta situarme en el alfeizar de la ventana con un cigarrillo en manos. Miro al humo disiparse, así como lo ha hecho mi esperanza, y un impulso me hace subir, de pronto, al bordillo.
La fría brisa incide en mi piel, arremolinándose en mi interior, acrecentando el vacío existente; su susurro arrastra imágenes de un pasado que ahora se exhibe distante. Un día el mundo se paralizó, sin ningún tipo de aviso, la primavera no supo esperar, el invierno me tomó sorprendida, y el eco del caminar se convirtió en mi único acompañante a través de los corredores. Una pandemia, una amenaza medieval que atraviesa fronteras e impone un aislamiento en búsqueda de protección y cuidado. Pero ¿qué sucede cuando la seguridad está fuera y no dentro del lugar que traicioneramente llamas hogar?
He quedado a merced de él, víctima oculta de un adulto que dice tener la razón y que miente, prisionera del roce indeseado de unas manos que secan y agrietan. Sé cuándo despierta, le escucho preparar el desayuno, y odio tanto ese sonido que me obliga a recordar que debo estar atenta. Creí que sería algo pasajero, otra noticia que desaparecería con el tiempo… Qué equivoca estaba. Supongo que es más fácil creer que dudar.
Como tantas noches sin estrellas, esta trae consigo amargos recuerdos, derrumbes pretéritos que ningún individuo es capaz de olvidar:
«Sus manos me sujetan fortísimamente. Lucho, grito, sollozo. Es inútil. Cada prenda es despojada de mi cuerpo, rasgada; los hilos ceden frente a los violentos tirones. Mis suplicas inundan la sala:
—¡Detente! ¡Detente, por favor!
Gritos de agonía, gritos de desconsuelo. Lloro por una batalla que no puedo ganar. Me estoy rompiendo. El olor a almizcle y alcohol llenan mi nariz, mientras permanezco debajo de él. He estado aquí tantas veces.
Pero existe un vaso, un vaso donde caen una y otra, y otra gota. Y entonces, de repente, se llena y desborda. Y ya no sientes nada, no escuchas nada. Ahora no soy nada. Percibo como una espectadora el empuje en mi cuerpo. Los dedos, sus garras, se clavaban profundamente en mi carne. ¿Cuento hasta diez? ¿Respiro con lentitud? ¿Suplico para que termine? Quisiera poseer un interruptor, evitar quedarme con él, advertirme a mí misma que en ocasiones no estás a salvo, ni siquiera con la persona que fue para ti un padre.
De repente, suenan las sirenas, las paredes se derrumban, un calor caliente inunda mi interior y su cuerpo colapsa a un lado. Sus palabras en susurros me siguen a la nebulosa penumbra: —Eres mía… Para siempre».
Las cenizas del cigarrillo al consumirse caen en mis dedos, queman. Desearía poder gritar, aunque si gritara… ¿me escucharían allá afuera?, ¿me brindarían su ayuda? Tengo miedo. Tengo miedo porque conozco la respuesta. Más de un año he sido prisionera de esta historia que se repite sin más. Algunos días es difícil despertar, algunos días es difícil abrir los ojos y darte cuenta que sigues viva.
Ya no leo los titulares, ya no veo las noticias, porque al hacerlo mi fe se va, huye cuan vil ladrón. La enfermedad sigue avanzando, nos sigue consumiendo y yo sigo destinada a estar aquí, soportando. Por ahora la paciencia me ha abandonado y me es imposible continuar.
Hago un esfuerzo por sofocar el gemido que amenaza en escapar de mi garganta. No podemos detener la lluvia ni la tormenta, pero sí prever y buscar un refugio adecuado. Mis pies tiemblan, aun cuando mi corazón se mantiene latiendo con calma. Un solo paso, un solo paso y todo ha terminado. Salto. La gravedad hace lo suyo, como siempre alcanza la victoria. Las sombras que pesaban sobre mi corazón se desvanecen. Lo último que me permito percibir es el sabor cobrizo en mi boca.

Días después despierto en el hospital. Hui, escapé. E inesperadamente la fe regresa. La vida que había llevado llegó a su inevitable fin. Estuve enterrada en sueños rotos, hundida hasta las rodillas en oportunidades perdidas. En este apacible silencio, en esta dichosa soledad, respiro por primera vez. Mi cuerpo está allí, yo estoy aquí, a salvo. Observo a las enfermeras y al doctor, desde el umbral de la sala de operaciones, ir de un lado a otro, presurosos por salvar la cicatriz tendida en la camilla.
—¡Usted es fuerte, señorita, soporte un poco más!
En mi rostro se dibuja una sonrisa, sonrisa que se transforma en carcajadas, carcajadas que desgranan lágrimas.
—¿Soportar un poco más? ¡¿Soportar un poco más?! ¡Cuánto más debería aguantar! —El monitor cardiaco enloquece, el sudor humedece la piel del hombre.
Estoy bien ahora, estoy a salvo, estoy preparada para irme, sin embargo, no puedo. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo? Tal vez… ¿tal vez mi corazón, pájaro sin alas, está dispuesto a volar? Que soporte un poco más… Está bien, soportaré, soportaré cuanto pueda porque la esperanza volvió a despuntar y esta vez no la aplastaré.
—Eso es, un poco más. Camina hacia nosotros. Recuerda que nada es perecedero, ni siquiera la muerte. Con ella siempre viene la vida —susurra el hombre mientras los fuertes pitidos se atenúan.
Escucho su llamado. Me acerco. La calidez que antes sentí es incomparable a lo que me embarga en este instante. Un aroma particular llena cada uno de mis sentidos y solo queda la sensación de alivio, tan exquisita que me hace reír.
—La tenemos de vuelta.

Volví, en búsqueda de la tan anhelada segunda oportunidad. Por ahora, aun cansada, sigo peleando; aun derrotada, sigo intentando. Porque comprendí, finalmente, que morimos solo cuando nos rendimos, cuando abandonamos el campo de batalla; porque comprendí, finalmente, que morimos solo cuando nos convertimos en prisioneros de la mente.

La búsqueda de Ana

Aquella tarde era diferente, el sonido de sus pasos retumbaba en la casa vacía.

Ana había decidido volver a la casa de sus padres para pasar unos días, pero al llegar se encontró con la puerta abierta y todo en completo silencio.

No había nadie en la casa, pero algo la impulsaba a seguir adelante y explorar cada habitación.



Mientras caminaba por el pasillo, oyó un sonido que provenía del sótano. Era un ruido tenue, pero lo suficientemente fuerte como para llamar su atención. Con un poco de temor, comenzó a bajar la escalera en dirección al sonido.

Cuando llegó al final de las escaleras, se dio cuenta de que el sonido venía de una caja abandonada en la esquina. Con una mezcla de nerviosismo y curiosidad, se acercó lentamente a la caja y la abrió. En su interior encontró un diario, el cual guardó en su bolso sin pensarlo dos veces.

Después de inspeccionar el sótano y la casa, Ana no encontró nada más fuera de lo común, así que decidió subir para descansar un rato. Fue en ese momento que sacó el diario de su bolso y comenzó a leer.

El relato que estaba escrito en el diario la dejó sin aliento. Era la historia de un amor prohibido, de un hombre y una mujer que lucharon por su felicidad a pesar de la oposición de sus familias y de la sociedad. Pero la historia terminó en tragedia, con los amantes separados para siempre.

Ana no podía dejar de pensar en el relato, y decidió que tenía que averiguar más acerca de los personajes que había leído en el diario. Así empezó su aventura en la búsqueda de la verdad detrás de aquel relato de amor y tragedia.
Después de leer el emocionante relato en el diario que había encontrado en la casa de sus padres, Ana decidió buscar más información sobre los personajes de la historia. Sabía que podría encontrar las respuestas en la ciudad donde se había desarrollado la historia y viajó hasta allí para comenzar su búsqueda.

Ana pasó días investigando por la ciudad, hablando con personas mayores y visitando lugres que habían sido importantes para la historia que había encontrado. Incluso fue capaz de localizar al autor del diario, pero cuando lo buscó, resultó que había fallecido hace varios años.

Sin embargo, Ana no se rindió. Continuó buscando en las bibliotecas locales y preguntando a la gente. Finalmente, después de muchas semanas, su investigación la llevó a una pequeña aldea en las afueras de la ciudad. Allí encontró a una anciana que parecía conocer la verdad detrás de la historia.

La anciana le explicó todo lo que había sucedido y le proporcionó detalles que no se encontraban en el diario. Ana estaba emocionada y agradecida por haber encontrado finalmente la verdad.

Al regresar a casa, Ana escribió su propia versión de la historia, incluyendo toda la información que había encontrado. Para ella, había sido una aventura increíble que la había llevado a descubrir la verdadera historia detrás del relato de amor y tragedia. Ahora sabía que, aunque había terminado trágicamente, aquella historia tenía un valor y una belleza única que merecía ser recordada y contada. Desde entonces, Ana nunca dejó de buscar la verdad, y cada nueva aventura fue una oportunidad para aprender y descubrir algo nuevo

Anótalo todo: la libreta es tu mejor amigo.

#SerUnEscritor


Imagínate que al acostarte y taparte con las mantas se te ocurre una idea para una historia de terror de… ¡sábanas mutantes! Quizá por la mañana ni te acuerdes, así que ¡anótalo!

Las ideas son inesperadas y volátiles. En serio.
Además, en muchas ocasiones no te surgirán nuevas ideas y vas a necesitarlas para continuar escribiendo. Así que aprovecha las rachas de inspiración para apuntarlas.

Un trato con el rey de los elfospor Elise Kova

📊 4⭐️
📚 Serie

Los elfos vienen por dos motivos: por la guerra y para encontrar esposa. En ambos casos, traen consigo la muerte.Hace tres mil años, los humanos eran cazados por poderosas razas poseedoras de una magia salvaje, hasta que se estableció un pacto. Ahora, y desde hace siglos, los elfos toman a una joven del pueblo de Luella para ser su Reina Humana.Ser «la elegida» es interpretado como una sentencia de muerte por la gente del pueblo. Una marca de la que Luella, de diecinueve años, está agradecida de haber escapado en su infancia. En cambio, ha dedicado su vida a estudiar herbología y convertirse en la única curandera del pueblo. Hasta que el Rey Elfo llega inesperadamente… a buscarla.Todo cuanto Luella pensaba que sabía sobre su vida y sobre sí misma era, en realidad, una mentira. Llevada a una tierra rebosante de magia salvaje, se ve obligada a ser la nueva reina de un Rey Elfo frío pero tremendamente atractivo. Una vez allí, aprende sobre un mundo agonizante que solo ella puede salvar.La tierra mágica de Midscape tira de una parte de su corazón, su hogar y su gente tira de otra… pero lo que realmente la romperá es una pasión que nunca quiso.

Orden de lectura:

1. A deal with the Elf king
2. A dance with the Prince Fae
3. A duet with the Vampire Lord

Este es otro de esos libros que leí por todo el hype que había a su alrededor. Siempre me lo recomendaban argumentando de que era muy parecido a ACOTAR. Y es cierto que la manera en la que está escrito da vibras de esa saga, pero el concepto de esta historia tampoco está nada mal.

Me gustan mucho los mundos donde hay un reino humano y otro mágico así que esta historia estaba destinada a gustarme. Además el hecho de  ser un retelling de Hades y Perséfone (pero muy sutil) ha sido un plus para mí.

Qué puedo decir? Lo leí de una sentada. Amé a los personajes principales. Amé su historia de amor y amé el mundo en que se desarrollaba la trama. Es una historia muy sencilla, fácil de leer así que lo recomiendo a aquellas personas que se encuentran pasando por un bloqueo lector.

PD: Como pueden ver el libro forma parte de la serie Married to Magic, es decir que la historia de los protagonistas cesa aquí y los demás libros transcurren en el mismo mundo pero con otros personajes principales. Los otros dos los leí y sin ser malos, tampoco los disfruté mucho.

TE GUSTARÁ ESTE LIBRO SI:
– Te gusta el romance + fantasía
– Te gustan los retellings de Hades y Perséfone

Un día cualquiera de un año cualquiera…

No he vuelto a buscarle. Ya las horas no se me hacen eternas pensando en su ausencia.

No me asalta su recuerdo cuando vivo momentos felices, deseando que ella también los viviera junto a mí. Ahora, cuando me miro en el espejo solo veo mi reflejo, ya no veo el contorno de su cuerpo, tan bien definido como si fuese real. En las noches ya no necesito su calor, no porque otra persona me lo otorgue, sino porque aprendí a encontrarlo entre mis sábanas.


No necesito a otra que me haga olvidarla. Sé que ni en mil años, ni en mil vidas, se borrará de mi memoria los años vividos junto a ella. Por eso ni lo intento, no es que quiera olvidarla, es que no lo necesito.


Porque aprendí a ser feliz sin ella, aprendí a reír solo, a bailar solo, a gritar a los cuatro vientos que soy feliz.
Que soy feliz porque por primera vez en mi vida no estoy tan perdido al punto de sentir la necesidad de encontrarme en alguien más.
Por primera vez en mi vida las noches no son solitarias sino que danzan en mi mente con un millón de sinfonías.
Por primera vez en mi vida la recuerdo, pero no la necesito en lo absoluto.
Quien iba a decir que el amor estaba donde nunca lo iría a buscar: en mí mismo.

La casa de los alaridos por Enner Ágreda


Desgranaban los días últimos del invierno, cuando una familia (dos padres jóvenes y su hija), recién llegada a Guayana, marcó de por vida la «Casa de los Morichales». La más joven despertó sobresaltada esa fatídica noche por un estridente ruido, producto del cristal al besar el impávido suelo. Alguien o algo había entrado. Se asomó temblorosa a la puerta de su habitación, consiguiendo ver en el salón solo restos de vidrio y pisadas escarlatas. La indecisión la apresó: quería ir con sus padres, mas no toparse con el intruso.
La sentencia le fue arrebata, una serie de alaridos resonaron, era su madre pidiendo auxilio. Corrió al cuarto de sus progenitores, en la planta superior, encontrándolo vacío. Los gritos se repitieron, esta vez en la estancia. Nada la preparó para lo que se encontró. Desde lo alto de las escaleras observó la sala cubierta de sangre; el olor a carroña en breves instantes hizo lagrimar sus ojos.
Destacaba el acuchillado cuerpo de su madre, el líquido carmesí fluyendo cuan caudal hasta toparse con el de su padre. Él estaba aún con vida, pero exangüe. Intentó decir algo, nada salía. Pronto ella descubrió qué era. La ambivalente forma que merodeaba la casa la empujó, haciéndola rodar hasta que quedó inerte en la base, un pétalo marchito.
Al día siguiente, los cuerpos no estaban, la vivienda se hallaba vacía. Desde entonces se escuchan bramidos y llantos al anochecer. Y cada familia que intenta vivir en la casa de los alaridos desaparece.

Fluir como el mar

Nunca olvidaré aquella sensación…
Caminaba lento y pausado, respirando profundo para que el olor del salitre entrara a mis pulmones, mis pies que se enterraban en la arena con cada paso, comenzaron a sentirse más livianos, como si el peso de la vida se iba quedando sumergido en aquella arena que rozaba mis pies y yo podía continuar andando libremente.
Mis ojos, que extasiados podían maravillarse con aquella inmensidad, las olas de color turquesa rompiendo suavemente en la orilla, la arena blanca y sedosa y los niños corriendo por la playa con entusiasmo, me hicieron ver que la vida es una sola, y que somos insignificantes comparados con aquella grandeza.
La perfección de la creación apareció frente a mi, aunque pensándolo bien, siempre estuvo allí, solo que esta vez puedo entenderla, somos un pequeño grano de arena, tal como aquella que mis manos podían tocar, pero mi ser no podía contar, en medio de aquella playa, las olas con su vaivén la llevan y la vuelven a traer, así como el tiempo, que se va y no regresar, pero nos queda el presente, ese regalo maravilloso que debemos atesorar.
Caigo de rodillas frente al mar, mientras su sonido me calma y me trae pensamientos dulces, el arrullo de una madre, el cantar de las aves, una nueva vida que llega al mundo, el amor más grande que he conocido, adiós que no son adiós, sino un pronto nos veremos.
El sol baña mi cuerpo con su luz radiante, cargándome de su energía renovadora, vuelvo la mirada al cielo con un suspiro, agradeciendo este momento. Soy yo, pero no soy más, estoy sin estar en este presente, el pasado me ha enseñado y el futuro es incierto, pero este día que tengo me llena de alegría y de esperanza.
Mi mente ha sanado y como aquella Alicia, ya no soy la misma de antes, soy ser nuevo y renovado, capaz de comerme al mundo y lograr todos mis sueños.
Sueños, que no son más que simplicidades comparados con los de otros, pero que para mí lo son todo. Ser amado y amar…
Andando con paso seguro hacia el mar me sumerjo en sus aguas, que para mí son sanadoras, mi cuerpo no tiene mal, soy sano y eso agradezco, siempre lo que me aquejó ha sido mi mente, tantas veces me ha invadido la depresión, por vivir el el pasado, otras tantas la ansiedad, por un futuro incierto y la espera de un ¿y qué pasará si?
Ya no más, hoy me niego, hoy renuncio a este mal.
Con el agua del mar sobre mi cabeza entiendo que hay cosas que no puedo controlar, fluir, es lo que debo hacer, como las olas que fluyen el el mar y sueltan toda su energía en la playa, fluir, es mi lección de hoy.
Me senté en una roca mirando al mar, estuve allí un rato, sintiendo la brisa fresca en mi piel, y tratando de ordenar los pensamientos, los detalles que antes no había podido ver, ahora son más claros, las conchas de mar que se encontraba en la playa, los cangrejos que se escondían en sus agujeros y las aves que volaban por encima de ella, todos ellos creando su paisaje natural. La playa siempre ha sido una de mis mejores terapias, la tranquilidad llegó a mi ser y las preocupaciones empezaron a desvanecerse. Todavía no soy la misma persona, pero ahora sé que he encontrado algo en la playa que me ha dado paz y fuerza para lidiar con los problemas. Puedo ver la belleza de la vida, incluso en situaciones difíciles.

Prueba técnicas y juegos creativos

#SerUnEscritor


Las ideas no siempre surgen de forma espontánea, o no siempre nos motiva desarrollar las ideas que tenemos en mente.

Cuando no se te ocurra nada que te convenza, prueba a usar las técnicas y los juegos creativos.

Es interesante que conozcas diferentes recursos para obtener nuevas ideas, organizarlas y trabajar con ellas.

Si no consigues resolver tus dificultades creativas, por lo menos, seguirás aprendiendo a estimular tu imaginación y tu creatividad.

La vida invisible de Addie LaRuePor V. E. Schwab

📊 5⭐️
📖 Autoconclusivo

Una vida que nadie recuerda.Una historia que nunca olvidarás.Francia, 1714. En un momento de desesperación, una joven hace un pacto faustiano para conseguir una vida infinita. ¿Cuál es el precio que deberá pagar para vivir eternamente? El olvido. Todas y cada una de las personas que conoce la terminarán olvidando.Así es cómo comienza la extraordinaria vida de Addie LaRue; una vida que atraviesa siglos y continentes, una vida que atraviesa la historia y el arte, en la que ella intenta comprender hasta dónde será capaz de llegar con tal de dejar su marca en el mundo.Sin embargo, todo cambia cuando, después de 300 años, Addie conoce a un hombre en una librería. Pero hay algo más… él es la única persona que recuerda su nombre.

Siempre te recordaré Addie.

Empecé este libro con unas expectativas enormes. Todos me hablaban de lo maravilloso que era, y con la curiosidad vino el miedo a la decepción. Y aún así, contra todo pronóstico, este libro más que estar a la altura de mis expectativas, las ha rebasado. Es esa clase de libros que nos habla del amor a la vida, del paso del tiempo, de las personas que nos acompañan a lo largo del trayecto. Addie es una de mis protagonistas favoritas, es un personaje que encierra la magia de amar la vida, de no rendirse a las adversidades, de no inmutarse ante las adversidades y superarse cada día. Es la clase de chica que después de 300 años aún sabe apreciar la belleza plasmada en un amanecer. Y aunque Henry y Luc son unos personajes masculinos maravillosos no son capaces de estar a la altura de la grandeza de Addie.

La autora tuvo la pericia de saber atraparme durante todo el libro, y mientras lo leí fue como un viaje en el tiempo, y sentí el pasar de los años y el cambio de las estaciones. Y Addie simplemente era la misma chica de siempre pero más sabia y con un conocimiento enorme del mundo. Aún hoy, no decido como sentirme respecto al final. Siento que fue un buen final pero a la vez esperaba más. Confieso que cuando lo terminé lloré. Y fue un llanto extraño puesto que no sabía si lloraba de alegría o de tristeza, y todo el tiempo sentía que Addie siempre estuvo a mi lado para luego irse, dejándome ese sentimiento de alegría que te embarga cuando cierras un buen libro.

Es un libro que a muchos les puede parecer lento, sobre todo porque va alternando entre épocas, e incluso admito que cuando leía las escenas del pasado, solo pensaba en volver a las escenas del presente. Pero curiosamente, cuando terminé el libro, fueron las escenas del pasado las que más grabada tenía y las que más bellas me parecieron.

TE GUSTARÁ ESTE LIBRO SI:
-Te gusta el romance + fantasía.
-Te gustan las historias basadas en maldiciones.

¿Quién me diría?

Quién me diría que tantos años después viviría nuevamente la misma historia.


Esta vez con protagonistas diferentes. Tan antagónicos, pero al final de sus propias historias, ambos exactamente iguales.


Quién me diría que un corazón destrozado podría volver a romperse.
Que las hastillas podrían hacerse mil veces más pequeñas.


Que los pedazos se pueden encajar mucho más profundo.


Quién me diría que las personas no son lo que aparentan. Que nadie podrá quererte jamás como deberías hacerlo tú misma.

Que el dolor está más allá de ti y de un aparente nosotros que no es más que una falsa inventada por una imaginación carente de cariño.


Quién me diría que después de tantas vueltas terminaría donde mismo.

Con un corazón hecho añicos y sin ganas de vivir

Observamos a la inversa

Grano a grano, gota a gota,
desgranando
lo que de mis sentimientos brota

Fuiste y serás, aunque ya no estas
Más allá de lo que existió
lo que en tí el artista pintó

En el ahora y en antes
En el presente constante
Y en el pasado cortante

Largas horas de agonía
Soñando con el ser y el no sería
Pensando logicas absurdas
Divagando memorias obtusas

Cuerpos que conjugan
Sentimientos dispersos
Sueños blancos entre sabanas rojas

Rotos los sentimientos
Disparejos los sentidos
Soñando con lo que había tenido
Y ahora está todo perdido

Que si fuiste tú
Que si fui yo
Insignificancias que ahora veo

Ni fuiste tú
Ni he sido yo
La vida todo lo daño

La distancia que todo lo borra
El tiempo que se ha perdido
Conociendo nuevas caras
Y teniendo nuevos sentidos

A lo largo, en pensamiento
Todo se vuelve silente
Sin sentido resurgente
La vista siempre de frente

La vida pasa de prisa
La vida pisa, indeciso
Centrado en cosas mundanas
Se va la vida al Carrizo

Fuiste tú
O he sido yo
Centrando los sentimientos
Entre besos y caricias
Has sido tú y no miento

Caras que reconocemos
Cuerpos que poco a poco recorremos
Besos que entre versos van
Caricias que al viento se dan

Soñamos con realidades
Nos perdemos en mentiras
Mostramos caras diversas
Observamos a la inversa.

Desconocimiento por Lediher Armas


Se inició en la pintura desde bien temprano. Tendría seis años cuando realizó el primer ejemplar que ganó
un concurso para principiantes. Al crecer, cursó la especialidad de pintura en una prestigiosa escuela de arte donde fue el alumno más destacado. Durante su incipiente carrera, expuso en una de las mejores galerías de la ciudad
y alcanzó un reconocimiento considerable para su edad y trayectoria. Así se convirtió excepcionalmente en un pintor de renombre en el mundo entero. Atesoraba envidiables premios y otros no tan pomposos.


Un día despertó bastante entusiasmado, con ganas de pintar algo distinto. Estaba harto de paisajes, animales, frutas,
rostros. Sentía deseos de pintarle a la vida, al amor, los sentimientos. Se fue al estudio y montó el caballete. Lo acomodó a su gusto para dedicarle todo el tiempo que fuesenecesario. Las pinturas y los pinceles estuvieron listos enseguida. Después de ocho largas horas contempló el lienzo
virgen. Permanecía intacto. Lo firmó y lo dio por terminado. Nada sabía respecto al tema que quería expresar.

Aprender a escribir…

#SerUnEscritor


Aprender a escribir no es abrir la hoja del procesador de texto cada vez que nos viene la musa o nos hemos pimplado media botella de vodka.


Aprender a escribir es pasarse el día entero leyendo, corrigiendo, estudiando, analizando y, por supuesto, escribiendo.
Aprender a escribir es odiar con furia todo lo que escribes, porque sabes que puedes hacerlo mejor.


Aprender a escribir es dedicarle esas puñeteras diez mil horas, y que valgan.

La canción de AquilesPor Madeline Miller

📊 4.5⭐️
📒 Autoconclusivo

El joven príncipe Patroclo mata por accidente a un muchacho. Repudiado por su padre, es exiliado al reino de Ftía, donde lo acoge el rey Peleo, un hombre bendecido por los dioses, inteligente, apuesto, valiente y reconocido por su piedad. Tanto que se le concedió el más alto honor, la posibilidad de engendrar un hijo con una diosa: Aquiles. Aquiles es fuerte, noble, luminoso. Patroclo no puede evitar admirar hasta el último de sus gestos; su belleza y perfección hacen que sea incapaz de contemplarlo sin una punzada de dolor. Por eso no se explica que Aquiles lo escoja como hermano de armas, un puesto de la más alta estima que lo unirá a él por lazos de sangre y lealtad, pero también de amor. Así emprenden juntos el camino de la vida, compartiendo cada instante, cada experiencia, cada aprendizaje y preparándose para el cumplimiento de una profecía: el destino de Aquiles como mejor guerrero de su generación. Especializada en cultura clásica, Madeline Miller acomete una relectura del mito de Troya, demostrando su plena actualidad y vigencia. Todos los elementos que tan familiares nos resultan y que forman una parte tan esencial de nuestra cultura tienen cabida en ella: la belleza de Helena, la fuerza de Áyax, la astucia de Ulises, la nobleza de Héctor, el sacrificio de Ifigenia, la obstinación de Agamenón… Y, sin embargo, toman una nueva dimensión, moderna y actual, en un estilo tan firme y fluido, desarrollando una trama tan inteligente y bien perfilada que resulta imposible abandonar su lectura ya desde la primera página.

Voy a ser completamente sincera con este libro porque lo acabo de terminar justo hoy. Me han hablado tantas maravillas de La canción de Aquiles que quería leerlo para recomendarlo en este especial de recomendaciones de fantasía. Pero antes de leerlo, decidí primero probar con Circe, para ver qué tal escribía la autora. Circe me encantó, así que pasé a este libro.

Y mientras lo leía, estaba atrapada por la historia (ya les he dicho que la mitología griega me encanta), pero siempre tuve un pensamiento: este libro es hermoso, pero no espectacular, así que no entendía tanto el hype. Pero cuando llegué a la parte donde empieza la guerra de Troya sentí un cambio en mí. No sé si es porque he leído mucho sobre esa guerra y he visto tantas películas sobre el tema también, pero a partir de ahí la autora se lució, que bonitas son las últimas 100 páginas del libro, y cuando lo acabé, sentí que el libro se había vuelto parte de mí.

Lo leí en menos de 24 horas porque la manera en la que escribe Madeline Miller es preciosa, tiene un innegable talento para escribir sobre héroes y dioses y para dar vida a personajes tan conocidos como Aquiles o Ulises.

Me sorprendió mucho que el narrador de la historia fuera Patroclo, por el título del libro pensé que el protagonista sería Aquiles, pero no. El indiscutible protagonista de esta historia es Patroclo. Y me ha encantado. He amado el hecho de que se le concediera protagonismo a un personaje que en otras historias siempre aparece a la sombra de Aquiles. Y ha sido un personaje bellísimo, glorioso, y fue ese apoyo que ayudó a brillar a Aquiles. Al menos en este libro, Aquiles no hubiera sido Aquiles sin Patroclo, el mejor de los mirmidones.

El Aquiles de esta historia también me ha gustado muchísimo. En todo lo que he leído y visto sobre este personaje, siempre se habla del Aquiles fiero y guerrero, el más grande de  los griegos. Aquí la autora se esfuerza en mostrarnos su lado más humano, el Aquiles hombre, con sus virtudes pero también con sus defectos, el Aquiles que solo era un muchacho, el Aquiles músico, el Aquiles enamorado…

La historia de amor entre estos dos fue preciosa y claramente es lo mejor del libro en mi opinión.

Ahora…había tardado bastante en leer la historia por el final, todo el mundo decía que si te hacía sufrir, que si te partía el corazón, que si te hacía llorar a mares… Y pues claro que me dolió, y tuve que pausar la lectura un rato para coger un respiro, pero tampoco creo que sea ese final desgarrador del que todos hablan, no sé si es porque me he vuelto una lectora más dura, porque me había hecho ideas terribles en mi cabeza o porque simplemente me conocía muy bien la historia de la mitología sobre Aquiles y Patroclo, pero el caso es que solo derramé unas lágrimas y acepté los hechos. Me pareció un final muy bonito, y el último párrafo es verdaderamente mágico.

TE GUSTARÁ ESTE LIBRO SI:
– Te gusta la mitología griega.
– Te gusta el romance + fantasía.
– Te gusta el Friends to Lovers.

Historias de Villanos

Esto comienza con el érase una vez de cada historia. Ya sea de héroes, villanos, princesas y sus castillos. O de cómo una princesa decide dejar su corona y convertirse en la heroína que el pueblo necesita.

No necesita de un príncipe o un cabellero en armadura para que la rescate y guíe en el camino que debe seguir…

Pero que pasa con la historia de los villanos, de verdad lo son, o son solo los personajes incomprendidos que terminamos tomando como malos solo para darle una historia al protagonista.

Yo creo fervientemente que el villano se puede quedar con la princesa sin necesidad de darle una historia al héroe, pero dime tú que te aventuras en mis historias, cómo crees que debería ser?

Persefone

Día de las madres

Realmente no se a quien pertenece este escrito, pero me gustó tanto que quise compartir con ustedes, con mis felicitaciones por celebrarse el día de las madres, espero que lo disfruten.

Dice un antigua leyenda, que cada mujer en el parto, abandona su cuerpo y viaja a las estrellas para recoger el alma de su hija o hijo, para regresar a la tierra juntos. Después de ese viaje, después de ese vuelo profundo y sublime, la madre jamás vuelve a ser la misma. De regreso ella viene convertida en loba, en mariposa, en delfín, en luna, en sol, en tierra y en viento, es todo en la tierra y en todos los multiversos. Llega convertida en el misterio eterno de la vida convertienda en luz. Somos una nave perfecta que trae a la humanidad entera y a todos los humanos alados arcoíris.

La maternidad te regala gran parte de la destrucción del ego, ya que ahora tu misión es más clara que nunca, proteger, cuidar, amar y anclar incondicionalmente a todas las almas y a todos los seres vivientes. En sus hijas e hijos, ve reflejado a todo ser, incluso a ella misma. Por eso, respeta, cuida, honra y ama a los animales, a los humanos hombres y mujeres sin distinción, a las plantas, cristales y a todos por igual. Ve en cada uno, una semilla de luz resplandeciente llena de magia, belleza y el milagro más sublime materializado en amor.

Embarazada y amamantando, eres más mamífera que nunca, más tu que nunca, estás en tu máximo esplendor, donde brota una expansión del corazón. A través de tus pechos cargados del elixir más dulce, suave y nutritivo, creas la alimentación perfecta y así eres el manatial y si, de ti brotan cascadas, cascadas del más puro amor, infinito y eterno.

Las mujeres, aunque no sean madres en esta vida de hijos e hijas, fueron en tantas otras vidas, además somos madres de nuestros perros, de proyectos y de toda creación artística existente. Todas somos madres eternas por el solo hecho de llevar nuestro útero cuenco mágico, visible o invisible. Bendita mujer, bendita madre, bendita Diosa creadora y de la creación.

Gracias a los hombres por entregarnos una parte de ellos, su semilla divina y así acompañarnos a crear la alquimia de la vida, convertidos en nuestros padres, hijos, compañeros de vuelos y de caminos, amigos, amados y amantes. Gracias por poner de su parte y compartir juntos el misterio de la vida, cómplices del amor.

Feliz día a todas las madres, siendo nuestro día todos los días🌷

Conciencia por Lediher Armas


Aquel día se tornaba falso. Amenazó con llover desde temprano.

La gente hacía preparativos para la contienda. La oscuridad alcanzó a todo por igual. Las pocas superficies blancas resaltaban como no lo hicieron ni en épocas de esplendor. Manchas blancas en todo lo negro. El bostezo de un trueno se escuchó a lo lejos. Era inminente la proximidad del diluvio.


Cayeron las primeras gotas cuando los animales más astutos corrieron a refugiarse y los demás fueron rescatados.
Las personas se apresuraron. Unas a cerrar puertas y ventanas, otras a guarecer autos y motos. Las antenas se bajaron y las cortinas se corrieron a todo lo ancho.

Cada cual permaneció en su casa mientras duró la tormenta. Ya fuese al amparo de seres queridos o al abrigo de mascotas o de un libro. Cuando amainó, se fueron asomando poco a poco. Entre persianas los ojos se salían de órbita. El húmedo paisaje ocupaba todo el espacio. El agua corría
ferozmente cuesta abajo. El sol aún no era capaz de atenuar el gris que se aferraba. Más adentro, en el portal de una antigua mansión, enroscado en sí mismo, dormía un vagabundo. Al acercarme a él noté que el agua y el churre lograban una mezcla andrajosa sobre su cuerpo. Los mechones de pelo le cubrían el rostro que nunca vi. Fijé un poco la vista y palpé la desdicha de aquel trokiano que tenía el alma seca
de los despojados del destino.

Brujería en los labios

«Tienes brujería en tus labios», me dijo con aire sombrío. No supe qué quiso decir, pero sus palabras parecían tener vida propia, como si quisieran abrazarme con sutileza, pero también con violencia.


Comencé a notar que algo raro pasaba a mi alrededor: los sonidos se juntaban, las sombras parecían más oscuras, y el frío aumentaba sin compasión. No podía entender qué estaba sucediendo, pero pronto noté que mis labios comenzaron a sentir una extraña sensación, como si algo quisiera escapar de ellos.

Miré hacia mi acompañante, pero su rostro estaba cubierto por una densa neblina que no me permitía distinguir sus rasgos. Solo escuché su risa tenebrosa que reflejaba un placer oscuro y desconocido.

Incapaz de controlar mis labios, comencé a murmurar palabras que desconocía, pero que parecían responder a algo que yo misma no podía explicar. Entonces sucedió: una fuerza desconocida me arrancó las palabras desde lo más profundo de mi ser, y sentí cómo la brujería comenzaba a dominarme.

Después de eso, perdí toda conciencia, y solo recuerdo un sentimiento de frío y oscuridad que se adueñó de mi ser. Ahora, al recordar aquella noche, tengo la certeza de que la brujería sigue presente en mis labios, agazapada, esperando a volver a tomar el control de mi vida.

Mira con ojos de escritor

#SerUnEscritor


Observar cualquier circunstancia, por trivial que parezca, es un hábito que potencia la imaginación y la creatividad. Fíjate en los pequeños detalles de las cosas que te rodean. No te limites a contemplar lo evidente. Juega a cuestionártelo todo. Imagina lo que desconoces de aquello que percibes y pregúntate qué pasaría si… Te permitirá crear un nuevo elemento para conectarlo con ese elemento que ya conoces.

Leer con ojos de escritor es otra fuente de inspiración importante. Puedes analizar cómo están escritas las frases de los autores que más te motivan y aprovechar las historias que no te gustan para seguir aprendiendo. Imagina personajes o finales distintos, cambia el punto de vista, etc. Para escribir es necesario leer. Pero no te reduzcas a la literatura. Consume todo el arte que puedas. Cualquier tipo de expresión artística abrirá tus cauces creativos.

CircePor Madeline Miller

📊 4.5⭐️
📙 Autoconclusivo

En el palacio de Helios, dios del sol y el más poderoso de los titanes, nace una niña. Pero Circe es una niña rara: carece de los poderes de su padre y de la agresiva capacidad de seducción de su madre. Cuando acude al mundo de los mortales en busca de compañía, descubre que sí posee un poder, el poder de la brujería, con el que puede transformar a sus rivales en monstruos y amenazar a los mismísimos dioses. Temeroso, Zeus la destierra a una isla desierta, donde Circe perfecciona sus oscuras artes, doma bestias salvajes y se va topando con numerosas figuras célebres de la mitología griega: desde el Minotauro a Dédalo y su desventurado hijo Ícaro, la asesina Medea y, por supuesto, el astuto Odiseo. Pero también la acecha el peligro, y Circe concita, sin saberlo, la ira tanto de los humanos como de los dioses, por lo que acaba teniendo que enfrentarse con uno de los olímpicos más imponentes y vengativos. Para proteger aquello que ama, Circe deberá hacer acopio de todas sus fuerzas y decidir, de una vez por todas, si pertenece al mundo en el que ha nacido o al mundo mortal que ha llegado a amar. Repleta de personajes de una intensidad inolvidable, con un estilo cautivador y un suspense apasionante, «Circe» es todo un logro narrativo, una embriagadora épica de las rivalidades familiares, las intrigas palaciegas, el amor y la pérdida, así como una celebración de una fuerza femenina indómita en un mundo de hombres.

De verdad no sé porque a la gente no le ha gustado Circe, tal vez yo la aprecio más porque la leí primero que La canción de Aquiles, pero aún así me pareció un libro precioso. Lo leí hace dos días.

Llevaba tiempo queriendo leer a Madeline Miller, y empezar con Circe ha sido un acierto. Me encantan los historias basadas en la mitología, pero los libros inspirados en la mitología griega son por mucho mis favoritos.

Tenía más o menos una idea de la historia de la diosa Circe, así que me esperaba muchas cosas que sucedieron en el libro, aún así la manera en la que la autora concibió la historia fue preciosa.

Me ha gustado muchísimo como se va desenvolviendo la protagonista a lo largo de todo el libro, durante todos esos siglos, su personalidad sufre importantes cambios. La Circe de las primeras páginas confiada y sumisa no tiene nada que ver con la Circe sabia  y aventurera del final. Es un personaje al que la autora ha sabido darle la profundidad que se merece. La Circe de la mitología y de casi todos los libros basados en ella, es una villana sin más, simplemente por ser una hechicera. Es una de las tantas cosas que me molestan de la mitología griega, donde el héroe siempre es el hombre, y a la mujer solo se le permite ser o la damisela en apuros o la mala de la historia.

Amé como se fueron entrelazando con la trama de la protagonista las distintas leyendas de la mitología griega. Disfruté ver a personajes tan célebres como Prometeo, Dédalo, el Minotauro y a Odiseo.

De verdad que me ha gustado la manera en la que escribe Madeline Miller, con el tiempo me he dado cuenta que para escribir una historia basada en la mitología griega debes tener cierto toque de misticismo, y así escribía la autora. Narraba perfectamente los acontecimientos, supo capturar la esencia de todos los personajes a la perfección incluyendo a los dioses olímpicos y sus descripciones eran muy fáciles de imaginar. A diferencia de en La canción de Aquiles donde el romance es lo central, aquí Madeline Miller se permite dar rienda suelta a sus conocimientos sobre mitología griega, haciendo a la historia muy rica en personajes, leyendas y profecías.

El final estuvo muy bonito y deja una enseñanza muy bonita también

TE GUSTARÁ ESTE LIBRO SI:
– Te gusta la mitología griega.
– Te gusta el romance + fantasía.

Adiós

Ya no puedo escribirte. No puedo porque no te siento. No ocupas mis pensamientos. No dueles.


Ya no tienes cabida en mí, y contigo se fueron mis letras, esas que me acompañaron durante tanto tiempo, ya no están.


Te perdiste y yo, yo las perdí.


No sé si se apagaron mis emociones, si solo se enfriaron o simplemente ya no están.


Quizás aún estén ahí, escondidas en ese hueco vacío, medio apagadas, medio olvidadas, dónde yo ya no alcanzo a robarlas.


Deben odiarme por no ser capaz de reproducir sus ecos.


Necesito volver a encontrarlas, vivir, sentir, y que ya no se alimenten de dolor, quiero que mis letras vuelvas a florecer, pero esta vez, de felicidad.

Lediher Armas

Hoy quiero presentarles a uno de nuestros colaboradores y grandes autores de esta época, su historia es muy interesante, ya que viene de un país un tanto controvertido. Conoce un poco más de él y de su libro «Troke» Del cual les he compartido por acá algunas historias

Lediher Armas Sánchez


(La Habana, Cuba el 5 de enero de 1985).


Soy un joven inquieto de pensamientos, licenciado en Derecho.

Con una vida huracanada en la que me creo mundos paralelos donde habita la impaciencia que me salva y me alivia.

Desde pequeño me he escondido de los números y buscando el orden de las ideas que me asaltan a todo momento con letras en las manos.


En fin, soy amante de los cuentos y microrrelatos.

Ha participado en múltiples concursos literarios.

Mi obra Inexplicable sorpresa (2021) fue elegida por Ediciones Alborismos y publicada en su antología “Los Herederos del Parnaso” ese propio año.

Troke es el primer libro que publico, en
él expongo al mundo mi visión imaginada de la realidad y que, de seguro, otros la sentirán como suya.

Ana y las sombras

Ana vivía en un pequeño pueblo rodeado de bosques frondosos.

Desde pequeña, Ana siempre había sentido una extraña fascinación por las sombras que se filtraban entre los árboles. A menudo se aventuraba en los confines del bosque, donde los rayos del sol apenas lograban penetrar en la densa vegetación, y allí contemplaba las sombras que se movían y danzaban a su alrededor.

Sin embargo, había una sombra que le causaba miedo, una oscura figura que parecía acecharla desde lo profundo del bosque. A pesar de sus miedos, Ana no podía evitar sentir una extraña atracción por la enigmática figura.

Con el paso de los años, sus sentimientos se fueron transformando en una extraña obsesión, una enamoramiento malsano que la consumía día a día.

Un día, Ana decidió que quería ver la figura de las sombras en persona, quería conocer al enigma que había cautivado su corazón y que la había sumido en un mar de dudas y temores. Así que se adentró en el bosque, con las entrañas retorcidas de emoción y miedo.

Al cabo de un rato, Ana creyó ver la figura de las sombras. Sin embargo, cuando se acercó, descubrió con horror que se trataba de una trampa, un ardid del destino para atraerla hacia un peligroso precipicio.

Con una serenidad que le sorprendió a sí misma, Ana logró salir ilesa de la peligrosa situación.

Desde entonces, abandonó su obsesión por las sombras y decidió centrarse en vivir su vida con plenitud y sin miedo, aunque en el fondo quería continuar en la búsqueda de las sombras.