
Hoy conversando con mi mamá, recordábamos cuando yo estaba en el colegio y participaba en los Festivales de declamación de poesía, esto generalmente lo hacíamos a fin de fortalecer la identidad nacional, el conocimiento de la poesía venezolana y el amor por la literatura y la cultura local.
Entre los poemas que llegue a declamar estaba uno muy particular, de gran belleza y profundidad narrativa, este es el que quiero compartir con ustedes el día de hoy, se llama «la loca Luz Caraballo» Basado en una historia real, e incluso hay una escultura o monumento en su honor en el Estado Mérida, Venezuela, el cual tuve el honor de conocer cuando tenía sólo 7 u 8 años, de ahí el que más adelante quisiera declamar el «palabreo de la loca Luz Caraballo». Aquí les dejo un poco de su historia y el poema para que se deleiten.
La loca Luz Caraballo es un personaje de la cultura popular venezolana de la región de los Andes, especialmente del Estado Mérida e inmortalizada en la literatura por el escritor y poeta Andrés Eloy Blanco.
El personaje es legendario y conocido por tradición oral de las localidades de Timotes, Mucutujote, Chachopo y Apartaderos.
Luz Caraballo parece un nombre de leyenda al no existir documentos ni memorias sobre alguien que se llamase como tal en la región. El nombre fue dado por Andrés Eloy Blanco a una mujer considerada como «loca» en las zonas aledañas a Timotes, el pueblo donde Juan Vicente Gómez confinó al escritor en 1932, durante su dictadura.
Jesús María Espinoza Marín, citado por Silvana Stea en su publicación «Tras los pasos de la loca Luz Caraballo», sostiene que el personaje podría referirse a «Lesmichimío», una mujer de Timotes a quien conoció Andrés Eloy Blanco, de acuerdo con Espinoza. La sustentación del argumento intenta relacionar versos del «palabreo de la Loca Luz Caraballo» con aspectos que lega la tradición oral acerca de esta mujer cuyo marido Lesmes fue reclutado por el ejército al igual que sus hijos y como resultado «enloqueció»
Palabreo de la loca Luz Caraballo
De Chachopo a Apartaderos
Caminas Luz Caraballo,
con violetitas de mayo
con carneritos de enero
Inviernos del ventisquero
farallón de los veranos
con fríos cordilleranos
entre riscos y ajetreos
se te van poniendo feos
los deditos de tus manos
La cumbre te circunscribe
al solo aliento del nombre
lo que te queda del hombre
que quien sabe donde vive
Cinco años que no te escribe
Diez años que no lo ves
y entre golpes y traspiés
persiguiendo tus ovejos
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies
El hambre lleva en sus cachos
algodón de sus corderos
tu ilusión cuenta sombreros
mientras tú cuentas muchachos
una hembra y cuatro machos
Subida, bajada y brinco
y cuando pide tu ahínco
frailejón para olvidarte
la angustia se te reparte
uno, dos, tres, cuatro, cinco
Tu hija está en un serrallo
dos hijos se te murieron
los otros dos se te fueron
detrás de un hombre a caballo
La Loca Luz Caraballo
dice el decreto del juez
porque te encontró una vez
sin hijos y sin carneros
contandito los luceros
seis, siete, ocho, nueve, diez
Gracias por compartirlo Manuela, me llevaste a recordar mi vivencia también con La Loca Luz Caravallo en Mérida, muy similar a la tuya salvo que yo no recité el poema nunca, aunque sí lo escuché en viva voz de los niños que lo declaman en el sitio donde está erigido su monumento. Qué bonito lo que nos conectan las historias. Un abrazo.
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Así es Erika nos conectan historias, que bonito 🥰
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