
De cuclillas en la esquina de aquel callejón respiraba profundo, tratando de descubrir realmente quien era, a donde pertenecía y cual era su misión en este mundo, mientras desde la distancia era observado por aquel ser, que sabía en realidad el trayecto que su alma había tenido durante su evolución, lo había seguido por las diversas dimensiones que había transitado y lo había acompañado en sus vidas pasadas, era más que su guía, un observador de la creación que poco a poco se iba desarrollando de la forma en que debía, mientras las lágrimas se deslizaban suavemente por su rostro, el péndulo se movía a su favor, las energías se iban alineando poco a poco. Comenzaba a ser invisible para todos los demás ciudadanos, en los supermercados lo tropezaban sin verlo, en las calles pasaba inadvertido, sin saberlo el había evolucionado a tal punto que su cuerpo ya no era percibido, el momento estaba cerca, la verdad finalmente le sería revelada, su ser estaba completo ahora.